Encubren a inversionistas secretos que compraron 7.500 millones de dólares en bonos de PDVSA.
Así titula el diario Reporte su edición de principio de semana para mantener vivo el caso de los supuestos 500 mil compradores de los bonos de PDVSA.
La lista de los compradores nunca será dada a conocer por razones obvias.
Sería sumamente sencillo dar con los nombres de aquellos ministerios, bancos y grandes empresas que utilizaron sus nóminas para hacerse de millones de dólares a una tasa "preferencial" de 3000 bolívares por dólar y sin pasar por los canales oficiales para la adquisición de divisas.
El estado se convirtió en el principal promotor de la fuga de dólares, la misma fuga de divisas que bastante le sirvió como pretexto para implantar un severo control cambiario que ha quebrado a un incalculable número de empresas desde su puesta en marcha.
La mayor parte de la banca -que ha hecho con este gobierno lo que nunca logró hacer con régimen "neoliberal" alguno en este país- mantiene un silencio absoluto y juega cómodamente a sabiendas de que es el propio gobierno el que tiene que proteger el negocio por razones políticas y mantener el caso como secreto de estado.
El diario Reporte le otorga el beneficio de la duda a la cifra que hizo pública Econoinvest sobre un 8% de pequeños inversionistas que adquirieron bonos de PDVSA, pero hasta esa cifra está manipulada.
Aunque fué un desliz por parte de la mencionada casa de bolsa el dar cifras que no concordaban con la campaña política oficial de unos bonos pensados en el pequeño ahorrista, es de todos sabido, que el mismo "modus operandi" que utilizaron los bancos y ministerios, fue utilizado a menor escala por pequeños y medianos especuladores que lograban hacerse de un centenar de cédulas de identidad para recibir sus dólares y luego venderlos con una ganancia extraordinaria de 500 a 700 bolívares por dólar en el mercado paralelo.
¿Pero que más se podía aspirar de una emisión de bonos a la que le falto ser santificada por el Vaticano?
Los bonos tenían que cumplir los milagros de tumbar al dólar paralelo, frenar el exceso de liquidez, financiar al plan siembra petrolera, darle un nuevo método de ahorro al pequeño inversionista, dejarle comisiones multimillonarias a los agentes de colocación, ayudar a que las transnacionales sacaran sus dólares del país y quien sabe de otras bondades curativas que se le otorgaron a nuestros muy folklóricos bonos petroleros.
Por ahora no vemos fácil una beatificación dado que los primeros 4 milagros no se cumplieron, pero sabemos de algunos que desde ya mueven sus influencias para que tengamos nuevo santo criollo con un solo par de milagritos.
(http://bonosvenezuela.blogspot.com/2007/05/vida-y-milagros-de-los-bonos-de-pdvsa.html)
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