ESE LUNES, AMANECIÓ DISTINTO……

El lunes 28 de mayo amaneció distinto, y si en un primer momento no supimos respirar la esperanza fue porque quizás, como nos estamos acostumbrando a la impotencia, no apreciamos que el aire anunciaba otros tiempos que en el desaliento habíamos dejado de percibir.
Las calles de nuestro país comenzaron a llenarse de jóvenes universitarios de todos los sectores sociales, con las desarmadas manos en alto, gritando consignas de libertad, soportando los ataques de los desalmados, con los rostros descubiertos, y abierta también su valentía y audacia. Jóvenes plenos de imaginación, certeros en sus palabras y en sus acciones, agudos, inteligentes, veraces. Ellos han removido este huracán de corazones que nos ha conmocionado. En sus voces y en su accionar, una constante: el derecho a vivir en libertad, el derecho a la disidencia en democracia, a la certeza de poder ocupar todos los territorios de este país, incluidos los prohibidos que hemos sido incapaces de redimir. El derecho a realizar un cuestionamiento crítico y riguroso a las instituciones fundamentales del Estado venezolano, y a exigir desde la justeza de sus planteamientos, que todos sean atendidos por igual.
Ha surgido una generación capaz de retomar las mejores banderas de siempre y crear los nuevos estandartes futuros. Estos jóvenes han alumbrado un movimiento estudiantil generador de un discurso novedoso, fresco y certero. Un discurso que no admite otro modo sino el de la claridad meridiana y no entiende de otro sentido sino el de la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Un discurso y un accionar que ha desconcertado a unos oponentes definitivamente anclados en el pasado, dispuestos a lo de siempre: enfrentar con tanques y armas una manera de ejercer la libertad, así han mostrado el miedo que tienen, el desconcierto que les ha producido la desigual pelea entre la lucidez y la fuerza conque ellos pretenden aplastar. ¿Cómo enfrentar la cohesión estudiantil?, ¿como acallar las voces de la juventud de este país, sus imaginativas estrategias, sus razonadas actuaciones?. Demasiado peligro suelto en la calle, demasiada tentación que induzca a que el resto de los venezolanos recuperemos la voz, y recordemos que somos un cuerpo único e imbatible, cuando de defender la libertad se trata.
¿Dónde estaban estos muchachos? Estaban creciendo, madurando, nutriéndose de lo mejor de sus raíces, aunque los rodeaba la polarización y el odio. Cada día comprendieron más, que su sitio es aquí, aquí sus sueños, aquí su vida, aprendiendo de nuestras frustraciones, ajenos a nuestros miedos, rebelándose ante la desesperanza y preparándose para levantarse con fortaleza y generar su propia forma de ser y hacer POLÍTICA.
Lo que ha sucedido no es fácil de entender para quien gobierna, para quien se cree dueño del país y de cada uno de nosotros. Tampoco lo es para aquel que pretende permanecer en el espacio público y adueñarse de un escenario que ya no le corresponde. Esta es la hora de los jóvenes, es el tiempo para recoger la siembra que olvidamos habíamos realizado en la cotidianidad del hogar, en el aula de clase en la que enfrentábamos el hastío y la sensación de no lograr despertar su alegría, su fe, su esperanza y su creatividad.
Estos jóvenes conocen los errores del pasado, constantemente afirman que no quieren caer en ellos, y lo han demostrado. No han desconocido los defectos y fallas del sistema democrático, al que por cierto ellos conocieron por muy pocos e infantiles años. Estos muchachos crecieron con valores y principios que no son negociables. Han forjado otras estrategias para enfrentar al oponente, han demostrado asertivamente como se puede actuar en política con el discurso que a ellos les corresponde elaborar, necesariamente distinto al escuchado en los últimos años. Un discurso y también un accionar que rescatan la creatividad y ratifican los principios fundamentales de la igualdad, el amor y la libertad. Frente a ellos está la pretensión de un solo pensamiento y una sola voz, la desesperada y grotesca necesidad de dominarnos mediante la amenaza, la invocación manipuladora del magnicidio, el soez insulto que descalifica a quien no cree en verdades únicas.
En 5 días de resistencia pasiva, lograron hacerse sentir no sólo dentro del país, sino ante una comunidad internacional. Ambos han terminado por respetarlos. Han avanzado más que nadie aquí, en los últimos tiempos, en manejar el recurso del diálogo contra la orden indiscutible, la fuerza desproporcionada, la amenaza y la coacción. No se creen héroes del momento, no caen en trampas para ser mártires, han utilizado el pensamiento y la reflexión para multiplicarse a lo largo de toda la geografía nacional en una sola voz: "Los estudiantes de Venezuela la única revolución que queremos es la de las ideas".
No es un decir, es un hecho tenaz. Y están dispuestos a demostrarlo, no hay que dudarlo. Hoy, gracias a ellos, está naciendo otra Venezuela. Respetemos a nuestros jóvenes maestros. Démosles toda nuestra ayuda, lejos de cualquier despropósito como el de tratar de utilizarlos. Quien no lo entienda, será descubierto por ellos porque la pureza es luz y su luz les revela quién es quién.

Morella Contramaestre.
Junio 2007.
morellahache@gmail.com