Tras la nacionalización por Chávez de la compañía telefónica CANTV, se intensifica en Venezuela un proceso de cubanización de las telecomunicaciones que sin duda incrementará el control de conversaciones, transmisión de datos y capacidad de escucha. El diario español La Vanguardia trata hoy este tema.
Así lo afirma Antonio Pasquali, un destacado investigador mundial de la comunicación (la editorial catalana Gedisa acaba de reeditar su libro Comprender la comunicación)
El ilustre profesor señala que internet no escapa al control de Chávez, ya que la nacionalización de la principal compañía telefónica facilita la censura de los mensajes de voz y de los correos electrónicos. En una entrevista con La Vanguardia, Pasquali advierte: “Nuestros correos electrónicos ya son revisados; al menos, los que pasan por CANTV. El mayor problema será si filtran la entrada y salida de internet, que limitaría mi capacidad de recibir y enviar información”.
“El teléfono e internet van a ser nuestros últimos canales de libertad. Chávez los quiere controlar. No soy un paranoico, mis temores están fundamentados”, recalca.
Para Pasquali es preocupante que se esté tendiendo entre La Guaira (Venezuela) y Siboney (Cuba) un cable submarino de fibra óptica de 1.552 kilómetros de longitud, “con una capacidad monstruosa… sin aplicación en una isla muy atrasada tecnológicamente”.
El nuevo cable multiplicará en más de 2.500 veces la capacidad de comunicaciones de Cuba. Para Pasquali, esta inversión es un misterio: la densidad telefónica cubana es de las más bajas del mundo. El número de conexiones a internet es el menor de Latinoamérica y Cuba es uno de los 13 países que más censura internet. Pasquali cree que el régimen lo mantiene en estado de subdesarrollo para facilitar un control total.
El cubano normal no puede usar internet. Sólo funcionarios escogidos tienen acceso a información censurada. Pasquali se pregunta qué se oculta al ampliar la capacidad informática de Cuba. “Con una décima parte de la capacidad de ese cable se podría desviar a La Habana todas las conversaciones telefónicas venezolanas para espiarlas“, subraya.
Chávez otorgó a una empresa cubano-venezolana un contrato para expedir el documento de identidad y el pasaporte de los venezolanos. El pasaporte electrónico muy sofisticado, incluirá un chip que almacenará datos importantes del ciudadano. De esta manera se entrega la información de 26 millones de venezolanos a un Gobierno extranjero.
“Me da terror pensar la información que pueden meter en mis documentos, a disposición de los cubanos”, subrayó Pasquali.
JOAQUIM IBARZ - La Vanguardia
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